Si bien las funciones tecnológicamente avanzadas, como la asistencia de carril, la detección de puntos ciegos y el frenado de emergencia, pueden hacer que parezca que su vehículo puede conducirse solo, existe una gran diferencia entre un vehículo que puede estacionar sin ayuda y un vehículo que puede viajar kilómetros desde el punto A al punto B sin alguien detrás del volante.
En este artículo explicaremos la diferencia entre un vehículo autónomo (AV) y un vehículo con sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS). Es necesario conocer la diferencia entre ambos, especialmente ahora que ambos tipos de tecnología se están volviendo más comunes.
Las funciones de los ADAS son fáciles de usar para el conductor, tienen el potencial de ayudar con ciertas tareas de conducción e incluso ayudar a evitar accidentes. Sin embargo, no comprender las limitaciones de los ADAS en comparación con los vehículos digitalizados podría poner en peligro la seguridad del conductor, los pasajeros, los peatones y otros vehículos cercanos.
¿Cómo se desarrolla ADAS?
Los automóviles originales eran revolucionarios, pero también mecánicamente sencillos. Los conductores utilizaban un conjunto de pedales y palancas para controlar la velocidad, la frenada, además del volante para cambiar de dirección. Con el paso de las décadas, estos mecanismos se han vuelto cada vez más sofisticados a medida que los fabricantes introducían tecnologías de fácil uso para el consumidor que hacían que la conducción fuera más sencilla y segura.
Ahora, características como dirección asistida, transmisión automática, control de crucero y frenos antibloqueo son estándar en la mayoría de los vehículos personales. La tecnología automotriz continúa evolucionando. Las cámaras y los sensores de radar pueden alertar a los conductores de otros autos o peatones en puntos ciegos o activar los frenos si un vehículo que va adelante frena bruscamente.
El control de crucero ha evolucionado hasta convertirse en un control de crucero adaptativo que cuando se combina con la tecnología de centrado de carril, puede guiar a un vehículo por la autopista mientras mantiene una distancia segura con otros autos. Todas estas características ofrecen comodidad a los conductores y algunas incluso ayudan a evitar accidentes. Sin embargo, esto es lo importante, un automóvil o camión puede tener todas las funciones ADAS del mundo pero aún así no es un vehículo autónomo.
¿Cómo se comporta un automóvil con ADAS?
Un vehículo equipado con ADAS puede circular por la autopista, estudiar el tráfico con frecuentes arranques y paradas e inclusive estacionarse por sí solo, pero requiere que el conductor esté listo para tomar el control del vehículo en cualquier momento. No se permiten películas, ni lecturas, ni siestas en el asiento trasero.
En comparación, los vehículos autónomos están diseñados para realizar todas las partes del viaje, desde el inicio hasta la parada, sin la ayuda de un conductor humano. Los vehículos digitalizados tienen sistemas redundantes, son mucho más avanzados tecnológicamente y utilizan principios de aprendizaje automático para volverse cada vez más inteligentes con cada kilómetro que recorren.
Es posible que un automóvil o camión tenga las funciones ADAS más avanzadas, sofisticadas, útiles e impresionantes pero eso no hace que el vehículo sea autónomo.
¿Cómo se comporta un automóvil autónomo?
La mayoría de las empresas de tecnología de vehículos autónomos utilizan los niveles de autonomía de conducción publicados por la SAE (una asociación mundial de ingenieros aeroespaciales, de vehículos comerciales y automotrices) para definir sus capacidades de autonomía. La SAE ha delineado seis niveles de autonomía distintos y ha especificado el tipo de capacidades necesarias para alcanzar cada nivel.
Gráfico con una descripción general de los niveles de automatización de la conducción según SAE J3016, desde el nivel 0 hasta el nivel 5. Todos los vehículos de consumo que circulan actualmente en la carretera, incluso aquellos con las funciones ADAS más avanzadas, requieren que los conductores permanezcan en servicio, es decir, “supervisen constantemente” las funciones y estén listos para retomar el control en cualquier momento.
Programar un vehículo para que recorra kilómetros por una carretera, cambie de carril de forma segura e incluso circule por un atasco sin que intervenga el conductor es un avance notable en la tecnología de los vehículos. Pero a medida que las situaciones de conducción se vuelven más desafiantes, las diferencias tecnológicas entre los vehículos digitalizados y los vehículos con ADAS se hacen más evidentes.
Los vehículos con ADAS necesitan un conductor humano para sortear el ajetreo y el bullicio de un aparcamiento lleno de gente de un supermercado. Mientras tanto, los pasajeros de un vehículo autónomo pueden seguir escribiendo su lista de la compra hasta que los dejen en el aparcamiento.
Tanto los vehículos autónomos como los vehículos con funciones ADAS utilizan una combinación de hardware (a menudo cámaras, radares y lidars) y software para comprender lo que los rodea. Sin embargo, un vehículo autónomo requiere una combinación mucho más compleja de hardware, software y potencia informática para ver, pensar y reaccionar.
Mejoras entre ambos medios de transporte
Una gran diferencia entre los vehículos personales con funciones ADAS y los autónomos, es que los autónomos se vuelven más inteligentes con cada milla que recorren. Los vehículos digitalizados no son sensibles, pero cada dato que procesa el vehículo (cada fotograma de la cámara y cada escaneo del lidar, cada movimiento del volante y cada toque de freno, cada vehículo, peatón y objeto que encuentra) se recopila como datos y se carga al final del día en un enorme repositorio de datos basado en la nube. Estamos hablando de terabytes de información cada día.
Tal vez un camión en un carril adyacente repentinamente se cruzara en dos carriles de tráfico y en respuesta, el vehículo autónomo tiene que frenar de golpe. Este incidente se registraría y se utilizará para entrenar a todo el sistema para que reconozca las señales de que un vehículo está a punto de cruzarse en el frente.
Sin embargo, los sistemas ADAS pueden recibir una actualización ocasional de sus componentes de hardware y software, pero estas generalmente corrigen errores y no desbloquean capacidades nuevas o mejoradas. Los sistemas ADAS han hecho que conducir sea más fácil, seguro y en algunos casos, más divertido. Sin embargo, incluso los sistemas ADAS más avanzados del mercado de consumo no logran convertir el vehículo en un vehículo autónomo.
Los vehículos autónomos tienen más cámaras, radares y lidares, sistemas informáticos significativamente más potentes y sofisticados y modelos basados en aprendizaje automático para gestionar de forma segura cada paso del viaje.