La gamificación es un término que tomó fuerza en el último par de años. Es básicamente la integración de elementos propios de los juegos a productos, ventas y servicios para mejorar la integración del cliente. Aplicado al marketing, está creciendo en auge como una forma bastante eficiente de suministrar experiencias memorables para el consumidor.
Se aplica el uso de mecánicas de juego, estructuras de acción, más los elementos conductuales que en realidad no están relacionados con juegos. Esta fórmula busca aprovechar al ser humano con su necesidad de competir y obtener recompensas que premien su esfuerzo. Los juegos producen una emoción positiva, asociada al cumplimiento de objetivos, es ahí donde debes apoyarte.
Ejemplos donde se aplica la nueva fórmula
Es importante tener claro qué puede considerarse acciones gamificadas y qué no. Aunque, no es tan complicado, en realidad cualquier cosa con elementos de diversión o competencia entra en estas estrategias. Estos son los ejemplos más comunes que no notaste anteriormente en la comercialización.
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Cuando recibes insignias, avatares o cualquier recompensa virtual por tu esfuerzo.
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Hacer el mayor esfuerzo por obtener una buena calificación o reseña.
Un gran ejemplo es el banco BBVA, que desarrolló un programa gamificado para llamar a la utilización de sus servicios online. En este los usuarios aceptan retos en la web del banco para ganar puntos y obtener premios. La Agencia Nacional de Seguridad Vial de Estocolmo y Volkswagen diseñaron un sistema de radares, daba recompensas a los mantenían los límites de velocidad y los incluía en una lotería.
¿Cómo se hace la gamificación?
Para poder hacer que tus estrategias gamificadas funcionen deben existir cuatro elementos básicos, que posee todo juego. Lo primero es un desafío, tiene que haber una meta que sea un reto para que los clientes sientan deseos de cumplirla. Después vendría la elección, deben mostrarse alternativas para poder lograr el desafío.
Cambiar, esto es importante en la gamificación, porque el usuario debe crecer con el juego. Ya que si se enfrenta al mismo reto contínuamente sin ninguna transición, la gente solo se aburrirá. Y por último tenemos la recompensa, el aspecto más importante, que no necesariamente requiere de gastar dinero. A decir verdad, los juegos son adictivos por el efecto que dan de liberación de dopamina en el cerebro.
Programas de fidelización de clientes
Enviar correos de agradecimientos o mensajes ya no es suficiente en este mundo actual tecnológico. Es cuestión de aprovechar los impulsores de lealtad de los clientes con un programa de recompensas. El 74% de los compradores cree que insistir para alcanzar un reto o recompensa los hace fieles a la empresa. Y un 79% tiene la duda de saber si dicha lealtad le va a traer algún beneficio.
Los programas de fidelización tienen ventajas como el no tener que competir más por los precios. La retención de clientes mejora, evitando tener que estar consiguiendo nuevos que es más trabajoso. Uno de los mejores beneficios son los lazos o relaciones personales que se construyen, humanizando la marca. Y, por supuesto, atraes defensores de tu servicio o producto, que te publicitarán gratis.
Programas de referencia o recomendación
Los programas de referencia son una perspectiva ideal para que tus clientes sean voceros de tu marca. Promover un patrón de comportamiento ocasionado en respuesta a una recompensa, cuando se enseña el comportamiento es conocido como refuerzo positivo. Los programas de referencia dentro de la gamificación aprovechan esto como motivador para los participantes.
A decir verdad, los programas de refuerzo continuo con premios de lealtad, se vuelven la estrategia idónea del refuerzo positivo para mutar el comportamiento. En vez de obtener recompensas cada tanto tiempo, el cliente es premiado cada vez que hace una determinada acción en este escenario.
Alternativa eficiente sacada de los juegos
Las búsquedas del tesoro se volvieron en los últimos años la forma más popular de dar promoción a las empresas. Son una experiencia inmersiva, es decir un ambiente creado para proporcionar estímulos. En especial cuando se hace un mix de actividades online con las offline. Quienes participen resolverán acertijos que revelen tu historia, logrando una caza emocionante pero que les cuente del negocio.
¿Qué se aprende gamificando?
Una de las enseñanzas de esta estrategia es sobre entretenimiento, un elemento imprescindible del juego para darle diversión al usuario. En caso de que se logre, el resto de objetivos como vender o fidelizar llegarán solos. Te mencionaremos otros de los aprendizajes para que te decidas a aplicar esta fórmula exitosa.
Personalización de las dinámicas
Puesto que la segmentación demarca grupos con las mismas características, la personalización va dirigida al cliente de manera individual. Creando experiencias que tengan valor para cada uno de ellos, puede darse tanto a presente como a futuro, aplicando la predicción. Es importante adaptarse al nicho para determinar el tipo de juego, las dinámicas y el nivel de complejidad.
De modo que hay que tener en cuenta los niveles de fidelización y de conocimiento de marca. A los clientes nuevos se les debe mostrar retos fáciles, pero que estén en pro de generar emoción a corto plazo. Se hace para captar su atención, ocasionando una gran primera impresión que los atrape. Entonces, a los recurrentes se les proporciona una sensación de logro, inversamente proporcional a la dificultad.
No enrollarse tanto porque se pierde
Hay que evitar que se requieran tutoriales o explicaciones adicionales y es necesario solo un marcador para los puntajes. Esta sencillez, por consiguiente, tiene que estar equilibrada con el grado de desafío, para que los clientes quieran mantenerse cumpliendo metas.
Cuantificación de eficiencia o error
No debe jamás olvidarse el monitorizar, para poder así comprobar si se logra un buen retorno o si la estrategia tiene detalles que hay que modificar. Lo positivo es que ya existen herramientas de análisis que brindan estadísticas sobre la participación de los clientes. Estas miden el tiempo que se pasó en el juego, los logros obtenidos, el ratio de retorno, entre otras que determinan su potencial.
Métete en el juego del éxito
Ahora sabes que puedes ofrecer a tus clientes descuentos por recomendar o tal vez brindarle puntos canjeables por cada una de sus compras. La gamificación ha logrado ser una manera divertida de premiar la fidelidad y no tienes que temer porque ya está comprobada como estrategia exitosa. ¿Qué esperas para aplicarla a tu negocio?
