Modelo de negocio de los vehículos autónomos: ¿Trabajar con los vehículos privados tradicionales o competir con ellos?

Modelo de negocio de los vehículos autónomos: ¿Trabajar con los vehículos privados tradicionales o competir con ellos?

La innovación por sí sola no es suficiente para crear un nuevo mercado; el modelo de negocio es vital. Los vehículos autónomos (VA) son capaces de percibir su entorno y desplazarse de forma segura sin intervención humana. Las nuevas tecnologías en este ámbito son actualmente el foco de una inversión considerable por parte de los proveedores de automoción y los responsables de las políticas.

Estos vehículos utilizan una computadora de a bordo, inteligencia artificial (IA), cámaras de alta resolución y LIDAR (detección y alcance de luz) para navegar por el paisaje. Otra clase de vehículos automatizados, los vehículos automatizados conectados (CAV), dependen de la información sobre la congestión del tráfico y los peligros para la seguridad obtenida de otros vehículos en las cercanías y de unidades de carretera para interpretar las situaciones.

La principal razón por la que hay más interés en el mercado de vehículos automatizados para uso individual, pero también en el de uso compartido o vehículos comerciales autónomos como parte de un sistema de movilidad como servicio. 

¿Cuál es el modelo de negocio de las tarjetas de conducción autónoma y los vehículos autónomos?

Los vehículos privados tradicionales contribuyen a la mortalidad y las lesiones por accidentes y son una fuente de contaminación del aire. Por el contrario, los promotores afirman que los vehículos autónomos pueden aportar beneficios ambientales al reducir el número de vehículos privados en circulación. Además, la sustitución de los conductores humanos por tecnologías avanzadas de detección y comunicación reducirá los errores humanos y conducirá a una reducción de los accidentes y las muertes.

Las personas podrían realizar otras actividades además de conducir, como trabajar en sus computadoras mientras viajan, lo que aumentará la productividad personal. En comparación con otros tipos de movilidad compartida, como los clubes de automóviles, los vehículos automatizados podrían posiblemente ofrecer la primera y la última milla, ya que una vez reservados podrían ir a recoger a los viajeros directamente a casa, evitando los inconvenientes de encontrar y acceder a los vehículos.

Los vehículos autónomos ofrecen una mayor accesibilidad a los grupos desfavorecidos que no pueden conducir, como las personas con discapacidades, incluidas las personas ciegas y las personas mayores. Los vehículos automatizados también podrían servir a las personas más jóvenes que no pueden permitirse comprar un coche o que no tienen carnet de conducir. Sin embargo, esto puede socavar los beneficios medioambientales, al aumentar el número de vehículos en la carretera o reducirlo. Además, los empleados que normalmente caminan, van en bicicleta o utilizan el transporte público podrían estar interesados ​​en viajar más rápido para ir al trabajo, por lo que aumentaría el número de vehículos en circulación.

¿Qué podría salir mal con los vehículos autónomos?

El éxito o el fracaso de los vehículos autónomos depende de su aceptación por parte del público. Las investigaciones sobre movilidad compartida y vehículos automatizados señalan obstáculos importantes que podrían dificultar su difusión:

  • Seguridad: Para que la gente compre autos autónomos y vote para que el gobierno los permita circular por las carreteras, es necesario confiar en que la tecnología es segura. Sin embargo, los vehículos comerciales autónomos han tenido mala prensa, ya que el primero de los cinco accidentes mortales conocidos de un vehículo autónomo tuvo lugar en 2016.

  • Higiene: Recientemente surgió otra complicación debido a la pandemia de coronavirus. La movilidad compartida implica compartir en serie (cuando los viajeros viajan en vehículos de forma secuencial) y compartir simultáneamente (cuando los viajeros comparten un vehículo al mismo tiempo con otros pasajeros). En el primer caso, los pasajeros no sabrían quién ha viajado en un vehículo antes que ellos. En el segundo caso, los pasajeros podrían compartir un vehículo reservado con desconocidos. El miedo a la pandemia podría disuadir a los pasajeros de utilizar los servicios compartidos de vehículos automatizados.

  • Estándares: Incluso antes de la pandemia, las investigaciones habían demostrado que los consumidores desconfían de los vehículos compartidos, incluidos los autónomos, por miedo al contagio. Los consumidores esperan encontrar el coche que han reservado sucio o dañado y, en el caso de los coches eléctricos, sin carga, por lo que no podrán utilizarlo.

  • Necesidad de habilidades: En algunos casos, los vehículos autónomos no serán totalmente autónomos y podrían requerir la intervención humana en situaciones de emergencia que el sistema de gestión del vehículo no pueda procesar. Las personas podrían ser incapaces o no estar dispuestas a hacerse cargo de la conducción. A largo plazo, la pérdida de habilidades podría incluso hacer que los pasajeros no pudieran hacerse cargo. El problema del mal funcionamiento de los vehículos automatizados también anularía las ventajas de la inclusividad de MaaS, lo que de hecho requiere mucha más investigación tanto sobre la tecnología como sobre si las personas que no pueden conducir este tipo vehículos podrían confiar realmente en la tecnología.

Los consumidores piensan que los vehículos automatizados no tendrán reconocimiento 

Es importante destacar que la gente está nerviosa por la seguridad de estos vehículos, por estar en listas de usuarios y por la privacidad y la vigilancia masiva, así como por el riesgo de malware y piratería informática, que podrían provocar accidentes. Esto se relaciona con una desconfianza general hacia la tecnología o incluso con la tecnofobia. Además, no todos los pasajeros pueden sentirse seguros viajando con desconocidos. 

La movilidad en vehículos autónomos podría no ser para todos. De hecho, este y otros estudios muestran que los consumidores más jóvenes y educados con intereses en la protección del medio ambiente e incluso los estudiantes podrían ser los mejores objetivos porque están menos interesados ​​en comprar automóviles o no pueden hacerlo y por su habilidad para usar aplicaciones de teléfonos inteligentes para reservar los vehículos automatizados.

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