Se acerca una nueva era política, social y cultural, con ella, el sector de vehículos autónomos y la quiénes administran las IA esperan que se produzcan cambios importantes. Especialmente en la forma en la que los gobiernos regulan los automóviles y camiones sin conductor. Los líderes del sector de los vehículos autónomos están entusiasmados con los posibles planes.
Los interesados en el sector creen que la introducción de una norma federal podría acelerar su capacidad para poder introducir vehículos sin conductor en las carreteras. Además de que dará un empujón para que haya confianza en esta tecnología sobre la que el público tiene algunas dudas. Conoce más sobre este tema y cuál es el panorama actual a su alrededor.
¿En qué te deben concentrarse los gobiernos?
Hasta ahora toda la innovación ha estado regulada por los estados, que son los que la están impulsando. Lo que el DOT hace muy bien cuando se trata de tecnología emergente, es establecer los límites y asegurarse de no obstaculizar la innovación, pero al menos establecer cuáles deberían ser los límites. Es increíble ver qué están siendo algunos gobiernos muy activos y comprometidos con la tecnología.
De alguna manera países como los EEUU establecieron una visión y permitieron que la industria creciera y se desarrollara como quisiera. Existe la creencia de que con las reglas seguro viene la certidumbre. Seguiremos viendo el desarrollo que estamos acostumbrados hasta ahora, pero sería beneficioso para la industria en su conjunto si existiera ese estándar federal.
Aceptación de los usuarios
Otra cosa que siempre se tiene en mente como distribuidor, creador o dueño de una flota con vehículos autónomos es la aceptación pública. No es que tener una regla permitirá que el público se sienta cómodo. Aún como industria no se ha descubierto cómo hacer que se sientan cómodos con la idea de un camión de 80,000 libras ande por la carretera sin conductor.
La mayoría de esto es parte de la educación y la exposición que debe darse. Es un punto de partida para que la gente se sienta cómoda con la idea de que existe un nivel mínimo requerido de seguridad. Ya cuando esté un camión en la carretera, ha cumplido algún tipo de estándar de seguridad. Claro que sería beneficioso tener algún tipo de compromiso federal significativo en torno a esto.
¿Cuál es el camino hacia la norma federal?
El proceso de elaboración de normas es un tema, se debe presentar la propuesta y luego permitir que la industria reaccione. Existe después el proceso iterativo donde hay debates, respuestas y seguimiento. Es un modelo realmente bueno si se cumple a cabalidad, si es el camino que finalmente toman, al final será un buen resultado el que se encuentre en los próximos años.
El aspecto legislativo, el de los Congresos o cámaras de legislación es otro. El Congreso podría usar su poder, las audiencias, en el caso de EEUU para poder lograr un avance. Hay algunas buenas propuestas que están por ahí sobre cómo podrían ser las normas federales de seguridad de los vehículos. Y si el Congreso presentara algún proyecto de ley que exigiera al Departamento de Transporte que participara, con algunos parámetros, eso también sería, un buen resultado.
¿Existe consenso en el sector audiovisual sobre el camino a seguir?
Probablemente haya algunas particularidades individuales que a la gente le gustaría ver. Pero en términos generales, la idea es tener una regla que establezca un nivel mínimo de seguridad y que siga siendo independiente de la tecnología. Siempre y cuando establezca un nivel básico estándar de seguridad que una empresa pueda usar y presentar. Ya sea a inversores, a grupos comunitarios o a políticos locales.
Conexión entre políticos y CEO’s
En general es algo bueno que los que están en puestos altos tanto gubernamentales como del mercado puedan tener comunicación entre ellos. Al mismo tiempo, siempre es arriesgado cuando se expresa un punto de vista. A muchas otras industrias les encantaría tener a alguien tan cercano, como por ejemplo Elon Musk al presidente electo.
Es importante que quienes tengan esas conexiones defiendan y obviamente, tengan un conocimiento muy profundo de la industria. Pero las empresas, las asociaciones, seguirán participando, asegurando que también se cuente nuestra historia. Hay que asegurarse de seguir participando por nuestra cuenta. Pero nunca está de más tener a alguien tan cercano como Elon a Trump para movilizar todo el mercado.
¿Qué espera de la agenda política tecnológica en los próximos años?
La idea de utilizar la IA en distintos sectores seguirá siendo importante. Ya sea que se trate de una acción regulatoria real o no, habrá mucho debate. Y esto será un verdadero punto de distracción con respecto a la postura de la administración pasada. El uso de la IA en el sector tecnológico es diferente de cómo los bancos utilizan la IA o cómo las empresas la utilizan.
En última instancia, para cerrar el círculo y volver a tener a alguien como Musk en la mesa, el transporte y los usos específicos de la IA dentro de ese sector recibirán la atención más adecuada que merecen. A diferencia de lo que estaba sucediendo en la administración Biden, cuando realmente era una solución única para todos.
La leyes y los avances
Puede parecer latoso pero toda innovación de este tipo ahora debe tener su legislación o leyes que lo regulen. Ya hemos visto todo lo que ha pasado alrededor de la IA y cómo puede llegar a violentar a otros por la falta de consentimiento del uso de su imagen. Asimismo, los vehículos autónomos necesitan de las leyes para que puedan los usuarios decidir invertir en ellos de manera cómoda y segura.