La decisión de invertir en un software de delivery como Rappi o de operar con marca propia depende de varios factores, incluyendo tus objetivos comerciales, recursos disponibles y el mercado en el que operas.
Utilizar una plataforma existente te permite acceder a una infraestructura ya desarrollada, incluyendo la gestión de pedidos, pagos y logística. Sin embargo, estas suelen cobrar comisiones sobre cada pedido, lo que puede reducir tus márgenes de beneficio.
Las plataformas de delivery suelen tener una base de usuarios establecida, lo que puede aumentar tu visibilidad y atraer clientes sin necesidad de invertir mucho en marketing. Aunque tu negocio estará vinculado a la plataforma y tendrás menos control sobre la experiencia del cliente y la imagen de marca.
Operar con una app marca propia te permitirá tener el control completo sobre la experiencia del cliente, desde el branding hasta el servicio al cliente y la logística. Además, puedes desarrollar una identidad de marca fuerte que te distinga de la competencia y que fomente la lealtad del cliente.
¿Cómo funciona tener una marca propia?
Tener una app de movilidad implica crear y gestionar tu propia identidad comercial, en lugar de depender de plataformas de terceros. Los pasos clave que debes considerar son:
Desarrollo de la marca
Elige un nombre atractivo y un logo que represente tu negocio y resuenen con tu público objetivo. Además, define qué te hace único, esto puede incluir la calidad de los productos, la rapidez en la entrega, el servicio al cliente y mucho más.
Estrategia de marketing
Identifica al público objetivo (por ejemplo, estudiantes, familias, profesionales) y adapta tus ofertas a sus necesidades. También, Utiliza redes sociales, un sitio web y publicidad local para promocionar tu marca y atraer clientes.
Creación de la plataforma de delivery
Puedes crear tu propia aplicación o sitio web para gestionar pedidos, lo que te da control total sobre la experiencia del cliente. Alternativamente, puedes asociarte con un proveedor de software de delivery que permite personalizar la experiencia bajo tu marca.
También es recomendable implementar una superapp que permita a los clientes realizar pedidos fácilmente y que tú puedas gestionar eficientemente. Asegúrate de que el proceso de pago sea seguro y sencillo para los usuarios. Además, ofrece opciones para que los clientes puedan rastrear sus pedidos en tiempo real.
Logística y operaciones
Establece relaciones con proveedores para garantizar la calidad y disponibilidad de tus productos. Si es necesario, organiza un espacio para almacenar productos que requieran refrigeración o condiciones especiales.
Decide si utilizarás mensajeros propios o si contratarás servicios de entrega externos. Tener una flota propia puede dar más control, pero también implica mayores costos operativos. Por otro lado, optimiza las rutas de entrega para reducir tiempos y costos.
Atención al cliente
Implementa un sistema para atender consultas y resolver problemas rápidamente. Un buen servicio al cliente puede diferenciarte de la competencia. Escucha a tus clientes y utiliza sus comentarios para mejorar continuamente tu oferta y servicio.
Aspectos legales y administrativos
Asegúrate de registrar tu marca para protegerla legalmente y evitar conflictos con otras empresas. Así como también es necesario, que investigar y obtener las licencias necesarias para operar un negocio de delivery en tu área, incluyendo regulaciones sanitarias si vendes alimentos.
Estrategias de crecimiento
Una vez establecida, considera expandir tu área de servicio. E introduce nuevos elementos en tu menú o servicios adicionales (como catering o eventos) para atraer a más clientes.
Implementa programas que recompensen a los clientes frecuentes, incentivando su regreso.
Operar con marca propia en el negocio de delivery te permite tener mayor control sobre todos los aspectos operativos y estratégicos. Aunque requiere una inversión inicial significativa y una planificación cuidadosa, a largo plazo puede ofrecer mayores beneficios financieros y una relación más fuerte con tus clientes.
La clave es construir una propuesta única que resuene con tu público objetivo y mantener un enfoque constante en la calidad del servicio y la satisfacción del cliente.
Obtén muchos beneficios al operar con marca propia
Operar un negocio de delivery con marca propia significa que puedes definir y gestionar la identidad de tu marca, incluyendo el nombre, logo, y la propuesta de valor. Esto te permite crear una imagen coherente y atractiva para tus clientes.
Tienes la libertad de diseñar la experiencia del cliente desde el primer contacto hasta la entrega final, lo que puede diferenciarte de la competencia.
Al operar bajo tu propia marca, puedes establecer tus precios según tu estrategia de negocio y el mercado, sin estar limitado por las tarifas impuestas por plataformas externas. Así como es posible interactuar directamente con tus clientes, puedes construir relaciones más sólidas y fomentar la lealtad a la marca.
Puedes ajustar rápidamente tus operaciones, desde el menú hasta los métodos de entrega, sin tener que pasar por procesos burocráticos que pueden existir en plataformas externas. De hecho, con tecnología para empresas, puede ser más fácil escalar, ya que puedes expandir tu oferta o área geográfica según lo desees.
Analiza la demanda en tu área. Si hay muchas plataformas competidoras, podría ser difícil destacar sin una estrategia sólida de marca propia.
Es momento de crear una comunidad
Al establecer una marca local, puedes construir una comunidad en torno a ella, lo que puede generar un fuerte apoyo local y un sentido de pertenencia entre tus clientes. Puedes implementar prácticas sostenibles o iniciativas comunitarias que resuenen con tus clientes y fortalezcan su conexión con tu marca.
Que un negocio de delivery pueda operar con marca propia no solo brinda control sobre tu identidad comercial, sino que también te permite maximizar tus ganancias, fidelizar a tus clientes y adaptarte rápidamente a las necesidades del mercado. A largo plazo, esto puede resultar en un crecimiento sostenible y una posición sólida en el mercado.
