La tecnología de sensores puede prometer carreteras más seguras para el servicio de transporte, esto al proporcionar datos en tiempo real, información predictiva y funciones de seguridad automatizadas.
Las funciones tradicionales, como la detección de puntos ciegos, ayudan a los conductores a saber qué hay allí, incluso si no pueden verlo. Los sensores de percepción son cada vez más comunes en los vehículos.
Estos sensores, los sistemas y los procesos que posibilitan, hacen que los conductores sean más conscientes de su entorno y les facilitan la respuesta a dicho entorno. Esto incluye ayudas visuales, como cámaras para salpicadero, pero también mecanismos de retroalimentación táctil que amplían los sentidos de los conductores más allá de la vista.
Estos sensores son fundamentales para aumentar la seguridad vial y mitigar los accidentes. Ayudan al conductor a saber qué hay allí cuando no puede verlo. Pero también ayudan a los conductores e incluso a los vehículos autónomos, a comprender mejor las condiciones de la carretera y la dinámica entre el vehículo y la carretera.
Mejora sensorial
Las funciones tradicionales como la detección de puntos ciegos, ayudan a los conductores a saber qué hay allí, incluso si no pueden verlo pero no se trata solo de ver, sino de percibir. Los sensores mejoran la capacidad del conductor para percibir su entorno, lo que proporciona una comprensión más profunda tanto del vehículo como del mundo que lo rodea.
Los sistemas de detección de puntos ciegos utilizan sensores de radar para monitorear áreas que normalmente están fuera del campo de visión del conductor, como los costados y la parte trasera del vehículo. Estos sistemas ofrecen información crítica que ayuda a los conductores del servicio de transporte a tomar decisiones más seguras en la carretera.
Los sistemas avanzados incorporan lidar para crear un mapa detallado y en tiempo real del entorno del vehículo. El lidar, que significa Light Detection and Ranging (detección y medición de distancias por luz), utiliza pulsos láser para medir las distancias a los objetos circundantes, creando un modelo 3D de alta resolución del entorno. Esto permite al vehículo clasificar diversos objetos, como peatones, ciclistas y otros vehículos, además de determinar la distancia entre los objetos y el vehículo.
Los accidentes automovilísticos que ocurren después del anochecer tienen tres veces más probabilidades de resultar fatales. Sin embargo, ver no lo es todo: los vehículos también deben sentir la carretera. Los nuevos sensores táctiles virtuales recopilan información detallada sobre la superficie de la carretera y la interacción del vehículo con ella, lo que le otorga al vehículo una "sensación del tacto".
Los sensores táctiles utilizan los sensores físicos existentes del vehículo para generar nuevos conocimientos sobre el vehículo y su entorno. Estos sensores recopilan datos sobre parámetros como la presión de los neumáticos, la velocidad de las ruedas y el movimiento de la suspensión, que luego se analizan para determinar las condiciones de la carretera. Los sensores pueden detectar variaciones en la textura, como pavimento liso, grava o baches, lo que proporciona al vehículo información detallada sobre el agarre de los neumáticos y las condiciones de la superficie.
Detección de peligros en tiempo real
Equipados con una amplia gama de capacidades sensoriales, un vehículo autónomo puede detectar peligros en la carretera y emitir alertas. Los sensores de neumáticos, ya sean virtuales o físicos, pueden identificar condiciones peligrosas en la carretera, como placas de hielo o escombros en la superficie de la carretera.
Los sensores de temperatura integrados en los neumáticos o en el tren de rodaje pueden detectar cuándo la superficie de la carretera está lo suficientemente fría como para formar hielo. Al analizar los cambios en la tracción y la fricción, el sistema puede determinar la presencia de hielo y alertar al conductor sobre el aumento del riesgo de resbalones, lo que le indica que ajuste su comportamiento de conducción en consecuencia.
De manera similar, los acelerómetros y giroscopios, que detectan las vibraciones e impactos causados por la conducción sobre superficies irregulares, pueden detectar baches. Si bien esto puede parecer reactivo, la información se puede compartir con otros vehículos a través de sistemas de comunicación de vehículo a vehículo (V2V), lo que proporciona advertencias tempranas a otros conductores de un servicio de transporte.
Esta interconectividad de vehículos mejora la seguridad vial general al permitir que los vehículos reciban información de peligro con anticipación, lo que permite a los conductores tomar medidas preventivas para evitar accidentes.
Mantenimiento predictivo
El mantenimiento predictivo ofrece otro ejemplo de cómo funcionan los sistemas sensoriales para mantener seguros a los conductores y en buen estado los vehículos. Este avance significativo en la tecnología de los vehículos utiliza datos de los sensores para predecir y prevenir posibles fallos mecánicos. Los sensores controlan continuamente el estado de los componentes clave del vehículo autónomo, como el motor, los frenos y los neumáticos, y recopilan datos sobre diversas métricas de rendimiento.
Los sensores del motor pueden detectar fluctuaciones anormales de temperatura que podrían indicar problemas como una fuga de refrigerante o un termostato defectuoso. De manera similar, los sensores de las pastillas de freno miden su grosor y desgaste, lo que proporciona advertencias tempranas cuando se acercan al final de su vida útil.
Además, los sensores virtuales de detección del desgaste de los neumáticos analizan el estado de los mismos en tiempo real y ofrecen información sobre la profundidad de la banda de rodadura y los patrones de desgaste. Esta información ayuda a evaluar el rendimiento y la seguridad de los neumáticos, lo que permite realizar tareas de mantenimiento o reemplazos a tiempo y optimizar el rendimiento de conducción y la eficiencia del combustible.
Mejor navegación
Los sistemas de navegación en tiempo real mejoran la eficiencia y la seguridad de la conducción del servicio de transporte, al proporcionar información actualizada sobre las condiciones del tráfico y los peligros en la carretera. Estos sistemas integran datos de GPS, sensores de tráfico y comunicaciones de vehículo a vehículo (V2V) para ofrecer a los conductores actualizaciones sobre el flujo de tráfico, cierres de carreteras y posibles obstáculos.
Al incorporar estos datos en tiempo real a los sistemas de navegación, los conductores reciben alertas y orientación oportunas, lo que les permite tomar decisiones informadas y evitar áreas congestionadas. Si un sistema de navegación detecta un atasco de tráfico debido a un accidente más adelante, puede redirigir al conductor a una carretera menos congestionada, ahorrando tiempo y reduciendo el riesgo de quedarse atrapado en el tráfico.
Además de evitar el tráfico, estos sistemas pueden proporcionar información sobre las rutas más eficientes en cuanto a consumo de combustible, lo que ayuda a los conductores del servicio de transporte a ahorrar en gastos de combustible.