Importancia de la seguridad y la salud en la movilidad de niños, niñas y adolescentes

Importancia de la seguridad y la salud en la movilidad de niños, niñas y adolescentes

La falta de infraestructura vial segura para la movilidad de peatones y ciclistas, así como la ausencia de opciones confiables de transporte público y escolar, plantea riesgos para niñas, niños y adolescentes en sus desplazamientos diarios hacia y desde la escuela. La imprevisibilidad y el ritmo variable de los niños agravan este problema. 

En América Latina y el Caribe (ALC), los incidentes de tránsito constituyen la tercera causa principal de muerte entre niños de 5 a 14 años y la cuarta entre los adultos jóvenes (GBD, 2019). Además, los incidentes de tránsito representan entre el 3% y el 5% del PIB anual de ALC. 

Políticas de Movilidad Escolar durante los próximos años

Abordar la movilidad escolar va más allá del simple traslado de niños y adolescentes; implica abordar cuestiones transversales de la vida cotidiana en América Latina y el Caribe, como la salud, el transporte, el desarrollo urbano, la educación y la equidad. En otras palabras, hablar de servicio de transporte escolar significa hablar de bienestar social y un futuro sostenible.

Las políticas de transporte escolar son cruciales para garantizar un acceso equitativo a la educación y promover la seguridad y el bienestar de los estudiantes. Se presentan algunas tendencias y posibles enfoques que podrían caracterizar las políticas de transporte escolar en los próximos años:

Sostenibilidad y Transporte Ecológico

Se espera un aumento en la promoción de medios de transporte sostenibles, como caminar, andar en bicicleta o el uso de transporte público. Las políticas pueden incluir la creación de infraestructuras adecuadas, como ciclovías y caminos seguros.

Seguridad Vial

Se implementarán medidas más estrictas para garantizar la seguridad de los estudiantes en sus trayectos hacia y desde la escuela. Esto podría incluir campañas de concienciación, mejoras en la señalización y la implementación de zonas escolares seguras.

Programas de Transporte Escolar

Se podrían desarrollar programas que ofrezcan transporte escolar gratuito o subvencionado, especialmente en áreas rurales o desfavorecidas, para asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a la educación.

Tecnología y Movilidad

La integración de aplicaciones móviles y plataformas digitales para coordinar rutas de transporte escolar, compartir información sobre horarios y mejorar la comunicación entre padres, escuelas y proveedores de transporte.

Flexibilidad Horaria

Algunas políticas podrían considerar la implementación de horarios flexibles para reducir la congestión en las horas pico y facilitar el acceso a la educación para estudiantes con diferentes necesidades.

Educación en Movilidad

Incluir programas educativos en las escuelas que enseñen a los estudiantes sobre la importancia de la movilidad sostenible, la seguridad vial y cómo planificar sus trayectos.

Participación Comunitaria

Fomentar la participación de la comunidad en el diseño y evaluación de las políticas del servicio de transporte escolar, asegurando que las necesidades locales sean atendidas.

Análisis de Datos

Utilizar datos para identificar patrones de transporte y áreas problemáticas, permitiendo a las autoridades adaptar las políticas y recursos según las necesidades específicas de cada comunidad.

Inclusión y Accesibilidad

Asegurar que todas las políticas tengan en cuenta a estudiantes con discapacidades, garantizando que tengan acceso a medios de transporte adecuados y seguros.

Colaboración Interinstitucional

Trabajar en conjunto con diferentes niveles de gobierno, organizaciones no gubernamentales y el sector privado para implementar soluciones integrales y efectivas.

Estas tendencias reflejan un enfoque más holístico e inclusivo hacia la movilidad escolar, reconociendo su impacto en el acceso a la educación y el desarrollo integral de los estudiantes.

Políticas de Movilidad Escolar en países latinoamericanos 

Trabajar con un enfoque multisectorial basado en lecciones aprendidas de investigaciones académicas y experiencias implementadas en diversas ciudades y países.

Colombia 

La Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá, Colombia, ha trabajado para promover entornos sostenibles y desplazamientos seguros para los estudiantes de los colegios del distrito a través del programa Niñas y Niños Primero. 

Este programa comprende ocho estrategias, entre ellas Ciempiés Caminos Seguros, Al Colegio en Bici y Bici-Parceros, que en colaboración con la Secretaría de Educación, benefician anualmente a más de 10.000 niños y niñas, generando más de 1,4 millones de desplazamientos escolares seguros y sostenibles.

Brasil 

Jundiaí, Brasil, es otra ciudad que se beneficia de la iniciativa. El programa Entre la Casa y la Escuela ha propiciado la recalificación de 110 escuelas municipales y jardines de infancia. Mediante un proceso participativo con estudiantes sobre rutas escolares, se han generado proyectos de intervención específicos en la ciudad, que incluyen mejoras en aceras, plantación de árboles, instalación de mobiliario urbano y creación de pequeños espacios de juego a lo largo de los senderos.

Perú y República Dominicana

Desde 2020, República Dominicana exige a las autoridades armonizar aspectos de seguridad vial en entornos escolares, con base en una resolución apoyada por el BID. Entre otras medidas, la normativa establece una velocidad máxima de 20 km/h en las zonas de estudio. En Perú, con el apoyo del BID, el gobierno está elaborando una guía para implementar entornos escolares seguros.

Impactos de la movilidad escolar segura 

Mejorar los sistemas de transporte y garantizar opciones asequibles y seguras facilita el acceso a la educación, empoderando a niños, adolescentes y jóvenes para que alcancen su máximo potencial. Los programas de movilidad escolar promueven el desplazamiento independiente, independientemente de su condición física o mental. Es una estrategia de desarrollo urbano que beneficia a todos sus usuarios. 

Promover la movilidad de niños, niñas y adolescentes en modos activos, complementados con el sistema de transporte público y de forma segura, tiene implicaciones positivas para la sociedad. Estas estrategias de transporte benefician significativamente a las mujeres, quienes suelen ser las encargadas de transportar a los niños a la escuela. 

Caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público son experiencias a escala humana que fortalecen la movilidad urbana, generan sentido de pertenencia y promueven el cuidado del entorno transitado. Estos modos de transporte fomentan el uso de la calle como espacio de interacción, encuentros entre conocidos y desconocidos, y el fortalecimiento de vínculos y la cohesión social.

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